En medio de este mundo de personas queriendo ser más arrechas que las demás, sean VPI o no (pues ese hábito es más generalizado aún que el de los peligrosos VPI), resulta difícil ser un disidente del pensamiento.
Pensar distinto o al menos hacer un ejercicio de pensamiento crítico que no te permita aceptar pasivamente imposiciones conceptuales o sociales, resulta complicado, pues la aceptación pasiva suele ser el camino más cómodo.
Ya el hecho de irse por líneas distintas al pensar es complejo imagínense ustedes lo que es expresar esas líneas con la palabra escrita o verbalmente.
Teniendo personas cuyo guión mental no les permite aceptar disensiones, pues ello significa dejar de tener la ilusión de superioridad, es arriesgado mostrar desacuerdos o posturas distintas que se acerquen a los medios entre extremos o al extremo ante viejas creencias inútiles y dañinas.
Apoyo a quienes se buscan ese pleito tratando de moderar las posturas de los que se sienten extremistas socialmente, en política o incluso hasta en la cultura. Ellos pagan día a día costosas facturas que van desde la ruptura relacional, el apartheid, hasta el menosprecio adjetivado con alguna palabra gruesa…eso sin contar con algunas agresiones físicas.
Al final, de todas maneras resulta un ejercicio agotador procurar la moderación. Mientras que quienes militan en cada extremo se refugian en su credo absoluto y allí reposan, los que van hacia ese centro sospechando y dudando de todo se encuentran en un constante desasosiego pues se acercan continuamente a descubrir lo peor de los otros mundos, la realidad muchas veces aplastante, desconcertante y realmente real.
A ellos mi apoyo.
Me gusta una frase de una campaña que he visto por allí: Think Again.
Cuando estés convencido de una realidad como total…Piénsalo de nuevo