En estos días escuchando la radio tenían en un programa como invitado al Sr. Franklin Pérez Colina, director del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre de Venezuela.
Durante su intervención comentó sobre distintos temas pero en su mensaje final dijo textualmente “exijo a los motorizados que respeten a los conductores pero también a los conductores que respeten a los motorizados…ah y que los peatones respeten a los carros, porque tu ves algunos que se lanzan y bueno…libre Dios que un carro toque a alguno de ellos…”
En ese mensaje final faltó el llamado a los conductores para respetar a los peatones. Al fin y al cabo un peatón difícilmente de un empujón pueda hacerle daño a un carro…pero un automóvil PUEDE lesionar y hasta quitarle la vida a un peatón.
Hay dos lecturas allí, por supuesto que los peatones VPI abusan y actúan con inconsciencia cruzando por lugares indebidos y atravesándose con demasiada frecuencia lo cual retrasa o corta el flujo vehicular en muchas partes. Eso lo he comentado también anteriormente, sin embargo, el hecho de que la persona que esté al frente de un Instituto de Tránsito considere que los carros están por encima de los peatones es alarmante, pues la cosa por salud pública, por normas elementales y hasta por sentido común debe ser EXACTAMENTE AL REVÉS.
El peatón debe cumplir sus normas y leyes pero indudablemente DEBE tener preferencia en cualquier cruce o paso vehicular por el cual le toque transitar. Quizá uno no piensa mucho en eso hasta que se encuentra con un autobús de dos pisos lanzándosele encima a toda velocidad en un paso peatonal sin semáforo. ¿Les ha pasado?
La frágil vida humana no debería considerarse nunca en segundo lugar por debajo del derecho a paso de un automóvil de cualquier tipo