Si usted hace una cola (o fila) delante de un cajero automático o alguna taquilla o cualquier cosa frente a la cual se deban formar las personas parar esperar pues no tiene que dejar pasar mucho tiempo para ver aparecer a los VPI y su apuro estúpido.
En el dibujo se refleja primero una fila normal de personas en la cual cada una está más o menos detrás de la otra esperando su turno y avanzando un poco cada vez que la primera persona termina de hacer su diligencia.
A un lado está la fila ya con los VPI presentes, identificados por las caras grises. Ellos no se colocan totalmente detrás de la persona que va adelante sino que se ponen A UN LADO y apenas un paso atrás cuando mucho. Las flechas señalan dos cosas: primero las constantes miradas que dirigen estos personajes a la punta de la cola como queriendo regañar a quien va de primero por tardarse o al cajero por ser lento o al banco por tener cajeros complicados, etcétera. Reclaman con la mirada y por eso se ponen de lado para ver mejor y demostrar que son arrechos con la mirada y la postura.
Lo segundo que señalan las flechas es la intención de colearse si se presenta la oportunidad. No hay que olvidar que si de algo se precia el VPI es de su astucia y por lo tanto “colearse” en una fila es un acto de reafirmación y viveza por excelencia.
Los VPI de esa forma se mantienen en alerta para reclamar la lentitud de la cola y meterse adelante si hay chance.
Las filas con VPI entonces dejan de ser líneas rectas para convertirse en curvas anárquicas con gente regada y adelantada en perfecto desorden. Ideal para la trampa. Como el rio revuelto según el dicho perfectamente conocido por todos los VPI.