Las colas y los VPI

Si usted hace una cola (o fila) delante de un cajero automático o alguna taquilla o cualquier cosa frente a la cual se deban formar las personas parar esperar pues no tiene que dejar pasar mucho tiempo para ver aparecer a los VPI y su apuro estúpido.

En el dibujo se refleja primero una fila normal de personas en la cual cada una está más o menos detrás de la otra esperando su turno y avanzando un poco cada vez que la primera persona termina de hacer su diligencia.

A un lado está la fila ya con los VPI presentes, identificados por las caras grises. Ellos no se colocan totalmente detrás de la persona que va adelante sino que se ponen A UN LADO y apenas un paso atrás cuando mucho. Las flechas señalan dos cosas: primero las constantes miradas que dirigen estos personajes a la punta de la cola como queriendo regañar a quien va de primero por tardarse o al cajero por ser lento o al banco por tener cajeros complicados, etcétera. Reclaman con la mirada y por eso se ponen de lado para ver mejor y demostrar que son arrechos con la mirada y la postura.

Lo segundo que señalan las flechas es la intención de colearse si se presenta la oportunidad. No hay que olvidar que si de algo se precia el VPI es de su astucia y por lo tanto “colearse” en una fila es un acto de reafirmación y viveza por excelencia.

Los VPI de esa forma se mantienen en alerta para reclamar la lentitud de la cola y meterse adelante si hay chance.

Las filas con VPI entonces dejan de ser líneas rectas para convertirse en curvas anárquicas con gente regada y adelantada en perfecto desorden. Ideal para la trampa. Como el rio revuelto según el dicho perfectamente conocido por todos los VPI.

Más de los VPI relativos

Una de las incoherencias más marcada en la conducta estúpida de los VPI es la referente a lo relativo del tiempo y de sus acciones. Un ejemplo claro es el que presencio a diario en el edificio donde vivo. Allí hay una puerta de seguridad para acceder a las escaleras internas que tiene un brazo mecánico para cerrarse sola pero, como es normal, con frecuencia ese brazo se daña o se descalibra lo cual hace que la puerta quede abierta. Con dicha puerta los VPI actúan de las siguientes formas:

– Que no se cierre sola es algo de lo que no se dan cuenta los VPI hasta que alguien se los dice y aún así,  sabiendo claramente que es un tema de seguridad, ni por asomo se les ocurre la idea de asegurarse de cerrar con la mano la puerta cuando pasan. Su apuro es más importante que la prevención de delitos en el edificio y no tienen ni un segundo para darle el último empujón que la cierre, sin embargo…

– Si la puerta funciona perfectamente estos mismos VPI, cuando bajan a pasar un rato en la planta baja del edificio a hablar, a fumarse un cigarrillo o a comprar algo en el abasto, dejan la puerta abierta también pero a propósito, es decir, se detienen un momento a impedir con la mano que la puerta quede cerrada porque ellos “regresan en un ratico” y les da flojera tener que meter la llave en la cerradura desde afuera y abrir. Su apuro estúpido entonces no aplica sino que tienen suficiente tiempo para preocuparse por impedir que la puerta cierre ya que ellos van a volver a pasar por ahí pronto. Claro que esto además implica que el brazo mecánico se va descalibrando debido a que no realiza su recorrido completo.

La seguridad les importa tres pepinos, el tiempo del VPI, sea apurado o relajado, está por encima de cualquier otra cosa, incluso de su propia seguridad y la de los suyos.

Así ocurre en la calle cuando un conductor te cornetea desaforado para que te apures y luego, cuando se pone a hablar por el celular, circula a 10 Km/h zigzagueando y sin importar el retraso que produce o con aquellos “comeluces” que irrespetan cuanta luz roja se les atraviesa y sin embargo, ante un semáforo dañado, son los primeros en defender su luz verde e insultar a los que se “comen” la luz roja fija de la otra vía. Peor aún los que vienen comiéndose una flecha y regañan a quienes lo regañan por su burrada, casos que mencioné antes aquí.

El VPI es un ser totalmente relativo en todas sus acciones y percepciones y por lo tanto también en sus argumentaciones.

Culpas que no son de Chávez

En Venezuela es ya un hábito culpar a su presidente actual de todos los males y de todos los inconvenientes que suceden aquí, desde una uña enterrada hasta el reventón de un tubo en Guatire, desde el viejo hueco en la avenida de enfrente hasta la subida de los precios del curry, todo es «culpa de Chávez«, pero desde el inicio de este blog hasta el sol de hoy, me he dedicado a observar, comentar, tratar de explicar y también sufrir muchas de las cosas que hacen todos los que no son Chávez, particularmente los VPI, cuyas consecuencias son iguales o peores que las que supuestamente resultan del accionar presidencial. A continuación enumero algunas:

Culpas que no son de Chávez…

… los niños lesionados porque sus padres le dejan usar fuegos artificiales sin supervisión

… los mojones de perros regados en las aceras porque los dueños de los canes no les da la gana de recogerlos

… el vecino que hace constantemente fiestas ruidosas sin importarle los demás

… los conductores que se comen flechas y semáforos, que se atraviesan en los cruces y en los rayados peatonales

… los «hombrilleros»

… los motorizados, autobuseros y gandoleros abusadores, agresivos e irresponsables

… la gente que echa cualquier tipo de basura en la calle

… aquellos que derrochan agua y luz, tanto los inconscientes como quienes lo hacen adrede

… los cajeros y cajeras de cualquier tienda, empresa o ministerio que te tratan mal, no te ayudan y hacen mal su trabajo

… los alarmistas, amarillistas, tremendistas y morbosos tanto de medios públicos formales como de redes sociales

… los ruidosos o los groseros que usan su escándalo personal o sus palabrotas para agredir a los demás

… los usuarios del Metro que no dejan salir de los vagones, impiden el cierre de puertas a propósito, se atraviesan en las puertas, oyen música a todo volumen o dañan las instalaciones

… los parques infantiles dañados porque los vecinos que los usan no colaboran para limpiarlo y mantenerlo en buen estado para sus propios hijos

… las playas sucias por los desperdicios de los temporadistas

… los racistas y sus derivados

… los borrachos fastidiosos o belicosos

… los que abusan de las mujeres, los y las machistas, los y las burlistas

… los violentos por gusto

… los padres y madres que enseñan a sus hijos a cruzar la calle sin luz verde y fuera del rayado y a botar basura en cualquier parte

… los VPI (al menos los que no están en ningún cargo político chupando dinero del Estado y haciendo un trabajo mediocre y egoísta)

… (ponga aquí su culpa)

… etcétera