empujon

Escribí en una oportunidad aquí sobre esta cultura del empellón, del tropezón, del empujón, del apuro estúpido hecho acción, que llevan con orgullo nuestros VPI cotidianamente.

 

En esta ocasión me tocó ser víctima de una VPI notablemente agresiva y empellona en un restaurante rápido de sushi un mediodía.

 

Por ser un local de comida rápida se llena mucho de gente a esa hora así que toca hacer una cola delante de los cajeros que reciben los pedidos y mientras tanto pasa la gente con bandejas hacia las mesas, yendo y viniendo, así que un tropezón “normal” en esas circunstancias es más que lógico, sin embargo, cuando comencé a hacer mi cola a los pocos segundos llegó una señora a hacer la cola detrás de mi junto con otra persona y apenas llegando me tropezó una vez con cierta fuerza. Lo consideré normal y seguí hablando con mi acompañante. La señora conversaba con la otra persona y viendo el menú y viendo hacia allá y hacia acá me tropezó dos veces más lo cual, en una cola corta y todavía con suficiente espacio entre unos y otros, me pareció ya raro. Volteé la miré y me alejé medio paso para dar más espacio entre la señora y yo.

 

Seguí conversando y la señora me dio un nuevo tropezón inexplicable. “A pues” pensé, me gané el premio con esta señora. Mi acompañante fue a buscar una mesa y cuando ya casi me tocaba ordenar la señora me pasó a un lado a buscar el menú y cuando regresó me tropezó una vez más, repito, sin justificación pues había espacio suficiente aunque hubiera bastante gente. Así que me volteé de nuevo y le dije “señora, por favor, tenga cuidado” a lo que la señora no respondió nada sino que dijo entre dientes “si claro, por que a una no le dan permiso y además se molestan” (la señora nunca pidió permiso). Allí si le dije “señora, usted no pidió permiso y me está tropezando sin razón si yo le hiciera eso a usted, usted se molestaría” y la señora, ya subiendo la voz como para amedrentar (técnica del VPI gritón) dijo “no sabía que fueras de cristal” a lo que le repetí lo mismo de antes, si yo, con más de 100 kg de peso y 1,84 m de alto hubiera tropezado a esta señora con la misma frecuencia y fuerza que ella capaz que hasta la hubiese lesionado y de seguro se me hubiera molestado mucho más rápido.

 

Pero el VPI, en medio de su conducta estúpida y egoísta, no entiende esas cosas, para el es el y más nadie, él el más arrecho y los demás que no existen a menos que sea para reafirmar lo arrecho que es él.

 

La señora, luego de replicar como buena VPI en lugar de aceptar su conducta estúpida, por lo menos no me tropezó más y no hubo más intercambios. Como digo, no es que me tropezara o no sino que lo hiciera con tanta frecuencia y fuerza además. La cultura del empellón pues que hace al VPI tratar a los demás como objetos tropezables y sin importancia hasta que se rebelan

Un comentario sobre “La cultura del empellón: otro ejemplo

  1. Hola Amargado, lamentablemente la cultura del empellon parece ser la que manda, nada mas hay que ver el metro en hora pico… Para muestra un boton, el dia del concierto de KISS en la Rinconada, recibi mas empujones y codazos en el metro para entrar y salir, que en el concierto, donde habian mas de 15mil personas… Te dejo este link para quie veas este video de solo en Venezuela http://www.soloenvenezuela.com/2009/04/coje-culo-en-el-metro-de-caracas/
    Saludos… sigamos contra los VPI

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