Empresa VPI, Estado VPI… no importa. Hay que hacer casas

Concretera, Miranda, Parque
Un canal menos para uno de los puntos más transitados de Caracas. Cortesía de la Concretera del Parque Francisco de Miranda

Justo en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda (antes Parque del Este) funciona una concretera cuyos patios, repletos de maquinarias y gandolas entrando y saliendo, se ubican a ambos lados de la Avenida Francisco de Miranda. Eso es una zona residencial, no industrial.

Más allá del impacto ambiental de tener un espacio con alta concentración de arena, humo y vehículos de carga pesada en una zona fundamentalmente de residencias, comercios y hasta un parque, destaco las consecuencias, desde el punto de vista del tránsito, que tiene esta instalación en el lugar.

En la foto se puede ver cómo la concretera decidió ELIMINAR todo el canal lento de la avenida en dirección Oeste desde la esquina frente al CC Millenium hasta la estación Miranda del Metro. Así. Sin mucho protocolo. Necesitan poner sus gandolas y mezcladoras en fila india y para eso ¡pum!, un canal menos para uno de los puntos más transitados de la ciudad.

Al efecto de convertir un corredor vial de tres canales en uno de dos  se suman las constantes detenciones del flujo vehicular debido a las maniobras que tienen que hacer las gandolas para entrar y salir de los patios y, por si fuera poco, además hay constantemente personal con cascos y chalecos fosforescentes haciendo mediciones y más mediciones sin terminar nunca de medir lo que se supone que están midiendo. Cabe suponer que estarán calculando el ángulo solar de Gauss con el cual las colas en las horas pico son más brutales en la Francisco gracias a su idea de quitar un canal, reventar el asfalto por tanto camión de carga pesada, ensuciar aceras y calles con arena, polvillo y piedras, atravesar a cada rato gandolas y además atravesarse ellos mismos EN EL CANAL RÁPIDO con sus peroles de medición y cara de estar haciendo algo realmente trascendental. Señores: tienen más de un año midiendo ¡ya está bueno!

En fin, como acá las cosas son como son y no como tienen que ser, como dicen en mi familia, esa concretera sigue allí campante, protegida con la excusa de su excelso aporte a la construcción de viviendas en el país aunque para ello estén violando varias decenas de ordenanzas municipales, especificaciones de ingeniería y reglamentos de salud pública y de tránsito.

Sólo para que lo sepan pues.