¡Infórmame ya!

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Una de las características más resaltantes de la personalidad del VPI, es su impaciencia, su angustiosa necesidad de inmediatez. En pocas palabras: su apuro estúpido.

Este se manifiesta de diversas formas, tanto en los peatones que cruzan la calles por cualquier parte, sin esperar su luz en el semáforo, con o sin niños, como en los conductores que no frenan por nada del mundo, ni respetan flechados, rayados peatonales o lo que sea que represente una demora de apenas algunos segundos en su trayecto.

Una modalidad moderna del apuro estúpido, producto del exceso informativo al cual estamos expuestos quienes usamos asiduamente Internet, Smartphones y herramientas digitales, es la de pretender que a los pocos minutos de producirse un hecho noticioso, ya todo medio formal: periódico, TV o radio, esté informando, a juro y porque sí, sobre dicho hecho, con lujo de detalles, análisis y conclusiones.

Es el “Síndrome CNN” (en criollo lo podríamos llamar “Síndrome Globovision”, en honor a ese canal venezolano de TV que hasta hace poco practicaba la inmediatez informativa, particularmente con fines políticos), es decir, el modelo de información instantánea que muchos canales especializados en noticias, se dedican a vender e imponer.

Adiestrados por medios como esos y cada vez más acostumbrados a encontrar cualquier cosa en herramientas como Twitter o en grupos de difusión generados a través de aplicaciones como Whatsapp, los VPI ahora pretenden que su apuro estúpido por tener noticias al instante sobre cualquier cosa, sea saciado. De lo contrario critican agriamente al medio que se tome algún tiempo en comprobar si la información es confiable y cierta, antes de publicarla.

Prefieren pasar por el proceso de “fuentes no confirmadas”, “la situación es confusa”, “situación irregular en…”, “fulanito dijo esto pero menganito dijo esto otro”, “dijeron que eran 5 personas pero son 4, pero ahora son 3”, “no hay información oficial…”, etcétera, que puede durar varias horas, antes de esperar un tiempo prudente durante el cual los medios formales cotejan la noticia y la difunden, o la desmienten, con mucho mayor exactitud y detalles. La cosa es ¡infórmame ya!, si es bien o mal, eso no importa, pero que sea ¡ya!

El VPI llega al extremo de exigir que canales de TV o periódicos, a los cuales no les cree absolutamente nada por razones políticas, informen de inmediato sobre cualquier suceso que vaya en contra del lado político que adversan, porque esa información ¡si se la van a creer!

Imagen de Soxialmedia